[Código abierto.
La situación está catalogada como nivel "A".
Los objetivos están confirmados.
Iniciando la Aprobación Especial de Liberación de Sellos.
Que la técnica de control de restricción sea lanzada hasta el NIVEL 1.
Mantengan abiertos los sistemas hasta que los objetivos sean silenciados.
QUE ASÍ SEA.]
Hoy estuve viendo los viejos post de este blog. Desde aquel 3 de mayo del 2010, desde aquel fracaso estrepitoso del Lex Foedus Amoris... Pero apenas algo puedo resaltar.
No he cambiado bastante como uno pensaría. Si, tal vez, uno espera la prosecusión del desarrollo fisico, emocional e ideológico... Pero conmigo, no ha sucedido, más alla de la coraza que me hubiera autoimpuesto, ni bien concluía mi relación con Carolina.
Tal vez me he vuelto más reservado, si. Hay estrellas esperando, fantasmas en lo más profundo de la noche, esperando un nuevo tropiezo para ser su cena.
Tal vez, he aprendido a saltar más alto...
O tal vez dejó de importarme. Tan solo una subrutina dentro de la rutina necesaria para encarar la vida tal cual como está. Caray, estoy cerca de los 30 y cada vez menos me importa.
Si... Esa coraza me la autoimpuse. Porque quise. Porque me cansé de ser lastimado. Porque sólo aquellos quienes son dignos hoy, verán mi técnica de control de restricción a su nivel primario, el Nivel 0.
Si, Aprendí a saltar más alto. Porque a pesar de pertenecer al lado de los Angeles, me he convertido en el Ave de Hermes, el mensajero de los Dioses, pero devorando mis alas para ya no volar, para ser domesticado al fin.
Esas estrellas perdidas en el horizonte, los pedazos de carne que obnubilados por el hedor de la comida, son ellos los que se tropezarán. Y mis pies sentirán lo cálido de sus cuerpos cuando pase por encima suyo.
Si, me ha dejado de importar. Pero apenas por motivos menos que puntuales. Esas mil almas que convivian conmigo convergieron en niveles de control. Mis sellos.
A pesar de todo, los sigo usando. Pensé que a estas alturas de mi vida, mis Sellos de Restricción se perderían en el horizonte más obscuro de mi subconsciente. Pero no, siguen allí.
Porqué? Porque tal vez así fuera dicho. Nada es casualidad en esta vida, las coincidencias no existen. Solo el vanal seguimiento de los hilos que nos llevan de la acción a la reacción, de la causa al efecto.
Que más queda decir? En retrospectiva, sigo siendo el mismo monstruo.
Y no se imaginan como me entristece, en ciertos puntos...
Pero en; mayoritariamente; otros... Ni se imaginan cuanto lo disfruto. El infierno hecho cielo. Un demonio entre los ángeles.
[Código Abierto.
Cerrando la Aprobación Especial de Liberación de Sellos.
Cierren todos los sistemas de la técnica de control de restricción.
Lanzamiento Limitado: COMPLETADO]
