Nuestra invocación:
"Codigo Abierto.
La situación está controlada...
El objetivo ha sido CONFIRMADO..."

11 may 2010

Juntos, Unidos.


Te veo siempre a mi lado, sin importar lo que suceda.

Eres un sustento.

Me alegra que estés ahí, cada vez que necesite de alguien.

Si me ves triste, me alegras.

Si me ves alegre, compartes mi alegría.

Al unir nuestras voces, el sol retumba.

De la mano, vamos construyendo nuestras vidas. Pero juntos.

Miles de sonatas se han escrito para personas con este sentimiento. Pero esta va dedicada a ti. Y solamente a ti.

Que sepas lo mucho que te quiero.

Que sepas lo mucho que te amo.

Que sepas que me alegra sobremanera que hayamos coincidido en esta vida.

Que seas mi amiga.

Una palabra tan devaluada, en esta coyuntura.

Pero me alegra.

Los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de la mano. Tu entras en ese conteo.

Y pensar que te dije que no seríamos amigos, sino colegas cuando nos conocimos.

Debo admitir mi error.

Y te agradezco que me hayas ofrecido tu amistad.

Una luz en mi vida, que ayuda a otras a guiarme en estos caminos de soledad.

No pensé encariñarme contigo.

Solo resta un:
"Te quiero, amiga."

Con mi viejo par de jeans...

Caminando solo por la calle... Pensando en todo lo que me has dicho.

Busco algo bueno por hacer, algo que no trasgreda las reglas, y sienta culpa.

Hay veces que dentro mío, siento que falta algo.

De las veces que me he sentido abatido, golpeado por la vida, esta no es así.

Lo maravilloso de la noche es algo que te transporta a niveles insospechados.

Las luces de la ciudad, lejos de obnubilar, lejos de perder, me realzan mas.

Las conversaciones con mi viejo par de jeans son sorprendentes.

El me conoce mejor que nadie.

Ha hecho que no me rinda ante las adversidades.

Ha hecho que mi corazón no se rinda, ante la negativa del amor.

Hay veces, que no son mis piernas las que impulsan en el camino. Es mi viejo par de jeans.

A pesar que me he rendido, ante ti, a sabiendas que jamás serás mía, sigo adelante. Me río de tus bromas, escucho tus problemas, soy un hombro donde puedas llorar, y una sonrisa donde quieras sentirte alegre.

Pero te dejo ir.

Como un relámpago en una tormenta, he dicho basta.

Hay veces que tan solo ponemos un parche que remienda el corazón ya dolido. Como este viejo par de jeans.

Atrás quedarán esos momentos que pensaba contigo.

Encontré esa manera de poder levantarme del suelo.

Y seguiré, prácticamente solo, este camino. Pero siempre acompañado de mi viejo par de jeans.

(Se me ocurrió esta entrada a las 00:30 de hoy. Solo con mi mente, con mi alma, por las calles frías de Asunción. A pesar de estar en un grupo grande, y en un móvil, estaba solo. Mi alma (el viejo par...) estaba conmigo. No tu, pero solo queda la resignación.)